"L A    N  I  Ñ  E  R  A"     v  e  r  s  i  ó  n    a  r  g  e  n  t  i  n  a
UNIVERSIDAD DE MORÓN - Facultad de Ciencias Económicas - Medios de Comunicación II
Análisis e investigación de María Sol Mena y Eleonora Turk




Capítulo V.

El humor de la televisión Argentina.


Grandes referentes del humor nacional.

"El humor de la televisión argentina se caracteriza por la presencia de tres centros de gravedad principales, entre los que circulan préstamos de chistes, recursos y estilos. Una primera vertiente, la troncal del humor televisivo en sus primeras décadas, tiene orígenes bastante lejanos y mezclados: el circo criollo, el sainete, el teatro de comedia y de revistas, el balneario, la radio. La televisión también llevó a su pantalla una segunda vertiente, la del relato y el chiste de provincia. Y la tercera vertiente surgió en espacios críticos de la TV, como el café-concert o los teatros del "under" de los años sesenta. Era un humor más sofisticado, enfrentaba tabúes tradicionales de la sociedad argentina y, asociado de algún modo al contexto internacional del pop, comenzó a expresarse en relación con un público de clase media que poseía un nivel educativo medio o alto. La agudeza de su estilo tenía un zafado signo modernizante.

Es decir que el estilo de humor argentino, tal cual se lo conoce hoy en día, no es más que el resultado de un largo proceso de evolución en el cual participaron grandes figuras. Personajes que gracias a su genialidad y constante creatividad, supieron adaptarse a las situaciones reinantes, generando así las bases para el desarrollo de productos actuales. Llegando a evolucionar en los noventa donde el humor acentua sus componentes costumbristas y paródicos de la actualidad.

Para el estudio del presente trabajo, se han seleccionado tres grandes referentes del humor argentino, considerados por sus pares y por la audiencia en general, como los verdaderos "capos cómicos" nacionales:

Pepe Biondi José "Pepe" Biondi nació el 4 de setiembre de 1909, hijo de José Biondi y Angela Cavalieri, inmigrantes napolitanos. En 1916, la familia Biondi se traslado a Remedios de Escalada, Provincia de Buenos Aires a causa del nuevo empleo de José, padre de Biondi, en los talleres del Ferrocarril del Sud.

Cerca de su casa Biondi nota la llegada del Circo Anselmi, que se ubica a pocos metros de su hogar. Uno de los integrantes del circo, el "Payaso Chocolate", vio al niño de siete años parándose sobre las manos y solicitó autorización para incorporarlo al elenco para su número acrobático.

Cuando el circo partió, Biondi se fue con él. Tenía apenas siete años y sus padres no tuvieron más remedio que dejarlo ir por la pobreza extrema en la que vivían. Fueron cinco años de acrobacias y payasadas acompañadas de las palizas recibidas por Chocolate. Cansado del maltrato que le propinaban en el circo, con 12 años regresa con sus padres. Comienza a trabajar como repartidor de almacén, lustrabotas y luego como canillita. Luego recibe la propuesta de Napoleón Seth para trabajar como clown junto a José Donato, la cual acepta. Trabaja como clown, con distintas compañías hasta 1933, fecha en la que regresa a su primer amor, el circo.

En el Circo Londres, conoce a Dick (Zalman Ver Dvorkin), quien seria su partenaire cómico durante los siguientes 20 años. El dúo resultaría incomparable. Pasaron del circo a los varietés y de allí a toda Latinoamérica. Todo transcurría exitosamente hasta que Biondi sufre un grave accidente en la columna vertebral y se ve obligado a dejar la acrobacia. Dick y Biondi crearon un nuevo espectáculo en el que reemplazaban las acrobacias con sonoras cachetadas y chistes de toda índole. El nuevo espectáculo les abre las puertas de todos los casinos, night-clubs y cabarets de Latinoamérica y España.

Al poco tiempo, actúan en la televisión mexicana, para más tarde debutar en la televisión cubana con su programa "El show de Dick y Biondi". En La Habana el dúo se separa y Biondi continua con "El show de Pepe Biondi" antecesor del conocido por los argentinos. En Cuba, se convierte en el rey del humor televisivo durante ocho años.

En 1961 lo llama el cubano Goar Mestre, radicado en Buenos Aires, quien estaba a cargo de la programación de Canal 13. Su debut en Argentina se produjo el 7 de abril con el programa "Viendo a Biondi". Durante los años sesenta, fue quizás el más representativo, al dejar una cantidad innumerable de personajes que hasta nuestros días llevan su sello. Para citar alguno de ellos, recordaremos a Pepe Curdeles, abogado jurisconsulto y manya-papeles, que representaba a un abogado alcohólico que resolvía los casos muy fácilmente y sin atenerse con precisión a las normas legales. Biondi intentaba satirizar la burocracia de los abogados y asociarlos con el vicio de la bebida, pero con un tono sutil, sin dramatismos ni mala intención. Todos los personajes de Biondi partieron de esa premisa: el cuidado del lenguaje, el chiste simple y efectivo. Otro personaje era Pepe Galleta, el único guapo en camiseta, que enfrentaba la vida con su guapeza y su camiseta sin apelar a la violencia, más allá de la que utilizaba para sostenerlo y generar la carcajada. Los actores que acompañaron a Biondi en el programa fueron su yerno Pepe Díaz Lastra, Lita Landi, Mario Fortuna (h), Mónica Grey, Luisina Brando, Raúl Perrone, Delfor Cabrera, Lilian Cerasco, María Esther Corán, Ángel Bazo y Marianito Bauzá. Los ensayos los realizaba en su casa, y sus dos nietos participaron del programa. Otras creaciones de este actor cómico fueron: Pepe Mamboleta, detective privado de la policía secreta; Narciso Bello, Pepe Canario, Pepe Chantapufi y Pepe Estropajo.

En 1963 recibió el premio como mejor actor humorístico otorgado por APTRA. En 1969 terminaron sus shows para la televisión, manteniéndose siempre al tope del rating. Sin duda, Pepe Biondi fue uno de los iniciadores de esta modalidad de creación de personajes que eran adoptados y hasta imitados por sus seguidores, aunque sin consecuencias en la conformación de la personalidad, ya que no sólo quedaba claro que el personaje era de ficción, sino que la propuesta era para un público mayor de 16 años. Es cierto que algunos de sus latiguillos, como "Patapúfete" o "Mire m'hijo", eran repetidos por los niños, pero solamente como un chiste pasajero.

Pepe Biondi fue uno de los mas grande humoristas que deleitó el público latinoamericano. Falleció el 4 de octubre de 1975 mientras dormía.

Minguito Otro referente de este modelo es Juan Carlos Altavista, quien habría cumplido el 4 de enero 75 años. Identificado casi por completo con el personaje que creó con las caras y las voces de la calle, Minguito se instaló para siempre en el corazón de la gente. El único lugar en el que pudo haber nacido, el 4 de enero de 1929, fue en los límites poco precisos de un barrio periférico. En las calles de una Floresta que era casi La Paternal, paseando por los senderos de la Plaza Irlanda, acunó su sueño de actor. Eran tiempos de conocer a todos los vecinos. De llevar las sillas a la vereda en las tardes de verano. Ese fue el escenario inaugural en el que Altavista pudo ver los gestos de los mil y un 'Minguitos' que luego fueron uno solo. Y aunque se preparó desde chico en el teatro infantil Lavardén, nunca dejó de observar a la gente del barrio. Hacía falta un funyi gastado y deforme, un par de pantuflas a cuadros, una camisa por fuera del pantalón, un cinturón con la lengüeta colgando, un escarbadientes siempre presente, una corbata casi inexistente por lo vieja y sucia y no mucho más, en cuanto a vestuario. Después sólo hubo que inventar exclamaciones, ponerle voz y encontrarle un discurso tomando prestadas palabras del lunfardo.

conocido por su popular personaje Minguito Tinguitela, que se hizo famoso tanto en el cine como en el ciclo dirigido por Gerardo Sofovich, "Polémica en el bar". Allí compartía el programa con Jorge Porcel, Javier Portales y Vicente Larrusa, entre otros.

El cómico es recordado por este personaje, que quizá opacó al propio Altavista, ya que Minguito logró mayor fama y repercusión que su creador. Luego incursionó en cine pero respondiendo a la rígida estructura de los guiones, con lo cual perdió así la frescura y creatividad del personaje. Juan Carlos Altavista no interpretó otro personaje en su carrera, y aunque es cierto que se internalizó muy fuertemente en sus seguidores, no configuró un modelo imitable por su marcada condición de antihéroe.

El personaje se basaba en la confusión del lenguaje, y partiendo de los cambios de significados de los signos, se apartaba del tema en cuestión y comenzaba otro diálogo de otro tema. Basado en la inocencia y con una vestimenta muy particular, dejando entrever a un hombre de barrio con pocos elementos de conocimiento verdadero, Minguito planteaba sus discursos desde el absurdo y la desconfianza hacia el sujeto entrevistado. Sólo a sus amigos reconocía como fieles, pero siempre desconfiaba en base a la confusión lingüística de la persona desconocida. El conocido bloque inicial de Polémica en el bar se caracterizaba por esta estructura, donde con la complicidad de Jorge Porcel, se generaba un sinfín de confusiones que provocaban un giro en el discurso hacia un final insospechado. Este personaje era comentado en el ámbito laboral y la escuela, pero no se lo intentaba imitar. Solamente se utilizaban algunos latiguillos para identificarse con el otro y demostrar que se conocía el programa.

Piluso y Coquito Otro exponente importante en este proceso fue Alberto Olmedo. Gran actor cómico argentino, maestro de la improvisación. Nació en un conventillo de la ciudad de Rosario y pasó su infancia trabajando para vivir. En 1948, ingresó en un grupo de teatro vocacional y, 6 años después, viajó a Buenos Aires para probar suerte. Comenzó a trabajar como técnico en el canal 7 de televisión y, cuando los directivos del canal lo descubrieron haciendo un show para entretener a sus compañeros, decidieron contratarlo para actuar. Participó en diferentes programas hasta que en la década del '60 nació el "Capitán Piluso", personaje que lo llevó a la fama. El "Negro" Olmedo actuó en 44 películas, hizo teatro de revistas y creó innumerables personajes para sus shows en televisión.

Se inició con un personaje para niños, el recordado Capitán Piluso. En los años 60, junto con su inseparable compañero Coquito, generaron un mensaje para los niños, un discurso basado en la sencillez, el humor inocente y también con elementos básicos que integraban la vida cotidiana de los niños. En la rutina presentada por la pareja no faltaba la recomendación de tomar la leche, mientras se alternaba este mensaje con travesuras e ideas que realizaba el Capitán con su compañero Coquito.

Éste fue el único personaje de Olmedo dirigido al público infantil, ya que luego incursionó en una propuesta para un público mayor. Fue por mucho tiempo el personaje con el que se identificó al cómico y hasta hoy en día es recordado. El Capitán Piluso acompañó a tres generaciones, ya que también fue reconocido por los padres de sus seguidores. Luego de la magia de este personaje que perduró hasta los años 70 en televisión, Alberto Olmedo realizó producciones cinematográficas y algunos ciclos televisivos. como Operación Ja Ja, donde se popularizó su personaje Rucucu.

Sin mayores éxitos pero con cierta repercusión continuó su trabajo hasta que en 1986 llegó "No toca Botón". En este ciclo dirigido por Hugo Sofovich, Olmedo alcanzó su punto máximo, creando y recreando personajes con un estilo inconfundible. El más popular de ellos fue El manosanta, un sanador brasileño con una característica reconocida como típica argentina, es decir, un sanador decididamente chanta que afirmaba estar dotado de poderes sobrenaturales, pero que sólo los utilizaba para aprovecharse de sus fieles seguidores. Este personaje fue el que irrumpió en el momento más exitoso del cómico, y no sólo tuvo una gran repercusión en televisión, sino que también fue protagonista de una película que tuvo por título El manosanta está cargado, donde a partir de la base del ciclo televisivo, se construyó una historia de la vida y las andanzas del personaje.

En las oficinas y en las escuelas se utilizaban los latiguillos del personaje, como "no me tienen fe", "Adianchi", "Vocé está cargado" y otros.

Luego tomó vida Rogelio Roldán, un jefe de cadetes de una empresa multinacional que siempre le llevaba documentación importante al presidente de la compañía. Roldán era recibido por la mujer del ejecutivo, quien a sus espaldas intentaba seducirlo. Olmedo no dejaba que esto ocurriera por miedo a perder su empleo, y se planteaban situaciones embarazosas para el personaje e irónicas para el espectador. Rogelio Roldán era muy comentado en el ámbito laboral.

El último personaje de Olmedo que vale citar por sus características discursivas es Borges, con el cual el actor desarrollaba una sátira intelectual, dejando entrever que su tío, el famoso escritor, era quien lo había guiado en su vida.

En este sentido con su partenaire Javier Portales desarrollaban un bloque interesante y con un humor muy sutil. Era el momento de la improvisación, de la complicidad entre el personaje y el espectador. Olmedo ponía de manifiesto aquí todo su poder actoral.

Durante el verano de 1987, la misma obra bate el record histórico de asistencia de público a la sala, con 119.877 espectadores. Gana el premio Estrella de Mar '87. El programa No toca botón pasa a Canal 9 y nace el personaje Rogelio Roldán, jefe de Cadetes.

En 1988 protagoniza en Mar del Plata la obra "Éramos tan pobres", dirigida por Hugo Sofovich. El 3 de marzo se estrena su película póstuma, "Atracción peculiar". Fallece el 5 de marzo en la ciudad de Mar del Plata.



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